domingo, 29 de junio de 2008
Blanca Cuenta su "secreto de belleza"
"Me limpio bien la cara, pero no tanto por cuidarme sino porque es parte de mi trabajo, en donde debo usar demasiado maquillaje. No tengo cremas favoritas, he probado productos de laboratorios y también artesanales. Mi pelo es el que más sufre, por eso trato de hacerme masajes de vez en cuando en la casa, no tengo tiempo para ir a una peluquería".
viernes, 27 de junio de 2008
“Estoy replanteándome por completo”
Blanca está en una etapa de reflexión. La protagonista de la exitosa y alargada "Lola" dice que es normal que tras el rodaje de una película –como ha sido su caso, pues filmó recientemente en Nueva York y España– revise su vida personal y profesional. Dice que después de filmar bajo tanta exigencia, se queda para adentro y necesita analizar lo vivido. "Soy una persona que no tiene miedo a pensar lo que le está pasando. Al decirme ya logré cosas, no puedo quedarme así, tengo que lograr más. Y no se trata de ambición, sólo de crecimiento".
“Estoy pasando un momento bien raro, porque al mismo tiempo estoy feliz. Mi trabajo en la teleserie me tiene satisfecha, al igual que el cambio de canal. Cuando hablo de replanteamiento es algo que no tiene que ver con eso. Se trata de un proceso que comenzó antes”, advierte Blanca para explicar el momento en el que está.
Conversamos con el segundo piso de Starbucks de Alonso de Córdova, ella toma un café y pide una ensalada de frutas. Afuera hace frío, anoche llovió y el cielo mantiene un inalterable gris. Son las ocho de la mañana en punto. La noche anterior se acortó pasada la medianoche y hoy se levantó cerca de las seis, pero en su cara sin maquillaje las ojeras no existen y tampoco las señales de cansancio. Lleva una larga parka azul entre escolar y moderna; jeans algo gastados; un pañuelo verde al cuello y unas botas en el mismo color que resplandecen con luz propia. Estas últimas son unas de las contadas compras que hizo en New York, donde viajó a grabar “New Brooklyn”, una película independiente norteamericana que le significó actuar por primera vez en inglés; cambiar el sol de verano santiaguino por las últimas semanas del frío febrero neoyorquino, y levantarse diariamente a las cinco de la mañana para grabar hasta cerca de las seis de la tarde. Un sacrificio que hizo feliz. Primero, porque desde hace un tiempo ha asumido que lo suyo es el cine. Segundo, porque creía que luego del rodaje podría desconectarse del trabajo. Pero todos esos planes duraron poco. Sorpresivamente supo que “Lola” se alargaría. Dice que no se puede quejar de lo que ha vivido en este último tiempo, pero que ello ha significado un vuelco en su mirada. “Me asusta quedarme estancada. Yo siempre he sido de metas a corto plazo, de proyectarme a un año con suerte. Pero, ahora, creo que por primera vez en mi vida estoy pensando bien hacia dónde quiero llevar mi vida.
Se podría decir que estoy replanteándome por completo”.
Repensar el trabajo
Dice que gran parte de su proceso se relaciona con su carrera, “con mi crecimiento personal”. Desde el año pasado la actriz ha mantenido su agenda copada. Hoy, además de las filmaciones de “Lola”, que se extenderán hasta septiembre, todas las tardes de martes y viernes graba los programas radiales que tiene en Concierto y en la nueva radio UNO ( dedicada solo a música chilena). Y hace poco se tomó dos semanas para viajar a España para participar en “Extrañamente Íntimos”, una producción cinematográfica conformada por tres historias separadas que se estrenará en octubre en el Festival de Cine de Valladolid. El mismo certamen donde triunfo con “En la cama”, la película que rodó con Matías Bize y que fue su pasaporte al conocimiento internacional. Esta cinta, además de reportarle una nominación a los premios Goya en 2007, es la culpable de que las recientes invitaciones para trabajar en producciones extranjeras.
“Estoy pasando un momento bien raro, porque al mismo tiempo estoy feliz. Mi trabajo en la teleserie me tiene satisfecha, al igual que el cambio de canal. Cuando hablo de replanteamiento es algo que no tiene que ver con eso. Se trata de un proceso que comenzó antes”, advierte Blanca para explicar el momento en el que está.
Conversamos con el segundo piso de Starbucks de Alonso de Córdova, ella toma un café y pide una ensalada de frutas. Afuera hace frío, anoche llovió y el cielo mantiene un inalterable gris. Son las ocho de la mañana en punto. La noche anterior se acortó pasada la medianoche y hoy se levantó cerca de las seis, pero en su cara sin maquillaje las ojeras no existen y tampoco las señales de cansancio. Lleva una larga parka azul entre escolar y moderna; jeans algo gastados; un pañuelo verde al cuello y unas botas en el mismo color que resplandecen con luz propia. Estas últimas son unas de las contadas compras que hizo en New York, donde viajó a grabar “New Brooklyn”, una película independiente norteamericana que le significó actuar por primera vez en inglés; cambiar el sol de verano santiaguino por las últimas semanas del frío febrero neoyorquino, y levantarse diariamente a las cinco de la mañana para grabar hasta cerca de las seis de la tarde. Un sacrificio que hizo feliz. Primero, porque desde hace un tiempo ha asumido que lo suyo es el cine. Segundo, porque creía que luego del rodaje podría desconectarse del trabajo. Pero todos esos planes duraron poco. Sorpresivamente supo que “Lola” se alargaría. Dice que no se puede quejar de lo que ha vivido en este último tiempo, pero que ello ha significado un vuelco en su mirada. “Me asusta quedarme estancada. Yo siempre he sido de metas a corto plazo, de proyectarme a un año con suerte. Pero, ahora, creo que por primera vez en mi vida estoy pensando bien hacia dónde quiero llevar mi vida.
Se podría decir que estoy replanteándome por completo”.
Repensar el trabajo
Dice que gran parte de su proceso se relaciona con su carrera, “con mi crecimiento personal”. Desde el año pasado la actriz ha mantenido su agenda copada. Hoy, además de las filmaciones de “Lola”, que se extenderán hasta septiembre, todas las tardes de martes y viernes graba los programas radiales que tiene en Concierto y en la nueva radio UNO ( dedicada solo a música chilena). Y hace poco se tomó dos semanas para viajar a España para participar en “Extrañamente Íntimos”, una producción cinematográfica conformada por tres historias separadas que se estrenará en octubre en el Festival de Cine de Valladolid. El mismo certamen donde triunfo con “En la cama”, la película que rodó con Matías Bize y que fue su pasaporte al conocimiento internacional. Esta cinta, además de reportarle una nominación a los premios Goya en 2007, es la culpable de que las recientes invitaciones para trabajar en producciones extranjeras.
Se detiene y analiza: “Es curioso, porque la promoción y los festivales donde se presentó “En la cama” me obligaron a viajar mucho, pasé harto tiempo sola y hasta celebré dos cumpleaños fuera, pero nunca me cuestioné nada y planeé cosas. Supongo que como tenia que cumplir con actividades no pude hacerlo. Pero ahí, aburrida y sintiéndome un poco abandonada, no quedó otra cosa que analizar y darle vueltas a todo lo que me ha pasado durante estos años. Creo que antes pasé por momentos de replanteamiento similares, pero nunca me han marcado tanto como éste”.
Dice que recuerdos y momentos de inflexión, como los que vive ahora, simplemente aparecen después de terminar una película, como cuestionamientos post rodaje. “Supongo que tienen que ver con el nivel de exigencia y trabajo que todo esto implica y la satisfacción que siento al hacerlo. Me dejan para adentro, pegada y me pongo a pensar. Y lo hago en cualquier lugar, manejando, conversando. Soy una persona a la que le gusta meditar y no tiene miedo a pensar lo que le está pasando”.
El proceso que vive se relaciona, cree, con que siente frente a ella un abanico de posibilidades que no imaginaba, y que están más cercanas, “de hecho muchas ya estàn llegando. Por ejemplo, que me llamen para hacer películas afuera, que si bien son independientes y no grandes producciones, son un gran paso para cualquier actriz chilena. Y lo mejor es que yo no las he buscado”.
Desde el momento en que escogió ser actriz, decidió no generarse metas a largo plazo. Sabía que la carrera de actuación es difícil, que muchas veces no todo resulta: “Por eso mismo nunca quise hacerme grandes expectativas de triunfo, de ser famosa y mucho menos de ser requerida para hacer películas”.
Pero siente que fuè afortunada, aunque también trabajó para lograrlo: “Ahora estoy viendo resultados que me están obligando a mirar para adelante y a proyectarme. Al decirme ya logré cosas, no puedo quedarme así, tengo que lograr más. Y no trata de ambición, solo de crecimiento”.
Afirma que tampoco se trata de una crisis, sino de algo más positivo. “Las crisis son rupturas y cambios dolorosos, yo, en cambio, estoy en una etapa muy placentera, en el mejor momento para tomar decisiones. Porque uno no las piensa en forma rápida, las analiza y las mira con optimismo. Supongo que he pasado por varias crisis, pero he sabido sacarlas adelante y aprovecharlas para crecer. Y cuando he estado en esos momentos malos no he recorrido a terapias sólo las he superado con la gente que me quiere. Yo siempre me he sentido apañada, cuidada”.
Unas de las grandes decisiones que tomó en el último tiempo fue su cambio a Canal 13. Aunque hacía unos meses que había dejado TVN, mientras se recuperaba de una fractura en su rodilla izquierda que sufrió durante un ensayo teatral, apareció la oferta y la aceptó. Ese impasse la obligó a pasar casi tres meses en cama, momentáneamente inválida. “Ya no aguantaba estar mirando el techo, así que salir al kinesiólogo tres veces por semana se convirtió en un acontecimiento y cuando puse volver a caminar un poco, me puse a aprender repostería por mi propia cuenta”, comenta al tiempo que mira su reloj. “Tengo que estar grabando a las doce en punto”, vuelve a excusarse.
Trabajòlica asumida, Blanca comenta que su fórmula para cumplir con sus múltiples compromisos y con las grabaciones de una teleserie tan demandante simplemente es cosa de costumbre y organización. “Nunca había tenido un trabajo tan extenuante, pero debo reconocer también que las cosas están funcionando mejor que el año pasado. Lo que pasa es que mi trabajo es fundamentalmente creativo; yo soy una inquieta y me gusta involucrarme en cosas nuevas para no aburrirme”.
Como si dudara de su respuesta, termina de hablar y se queda pensando. Toma el último sorbo de su café y se acomoda en el sillón. “Por suerte es así, sino seria una lata. El aburrimiento para mí es más fatal que el cansancio. Yo sé por qué lo digo. Desde niña he sido inquieta”.
La actriz reconoce que jamás imaginó ni esperó el éxito que tendría la teleserie. Así como también aclara que tampoco dejó TVN porque quisiera un papel protagónico con anuncios en la calle o en las micros. “Solo me cansé de hacer papeles entretenidos y con historias súper bonitas, pero que al final no se profundizaban, quedaban en el aire y sin revolver. Y comencé a sentir que no ofrecían cosas entretenidazas o que estimularan. De hecho, en mi última teleserie con ese equipo, mi personaje era secundario y no tenía tanta sobrecarga. No niego que era bueno, porque tenia libertad hasta para terminar la tesis para titularme. Y eso era algo que había pospuesto para varios años. También tomé un curso de guión, pero me faltaba algo. Un reto”.
Especialmente porque no se imagina envejecimiento en las teleseries. “Yo no es que esté insatisfecha con lo que he logrado. Hace cinco años, al analizar mi vida profesional me habría dicho no he logrado nada, pero ahora pienso todo lo contrario. Me siento una privilegiada. Antes de terminar mi carrera estaba segura que no iba a poder vivir de lo que estudié y sentía que no era lo suficientemente buena, pero con el tiempo y harto trabajo he demostrado que puedo hacer cosas y puedo arriesgarme”.
“Me gustaría internacionalizarme, pero no con la idea que tiene todo el mundo de irse a vivir afuera y dejar todo acá. Tengo pasaporte gringo y puedo trabajar allá, pero esa no es la idea. Ya no estoy en edad de ir a probar suerte y trabajar como garzona mientras espero que salga algo. Me gusta cómo están sucediendo las cosas, cada cierto tiempo ir a otro país a hacer una película y volver. Además acabo de remodelar mi casa y la dejé tal como yo la quería. También me gusta el mundo que tengo acá, mis amigos, armar comidas los fines de semana, estar en pareja y vivir tranquila. Yo no soy una mujer de grandes ambiciones, pero reconozco que me gusta sentirme activa y en constante crecimiento. Más que triunfar y ser famosa, lo que quiero es crecer como actriz”.
Ser madre, pero sin apuros
Dice que su proceso no tiene que ver con mas llegada de los treinta: “No es algo relacionado con la edad, sino un proceso de crecimiento personal e interior. Hay gente que se replantea las cosas a los 40 o a los 50, y toma buenas decisiones. La edad no te obliga a nada, todo depende de tus propios deseos”.
-Y en su proceso,¿cómo incorpora el tema de la maternidad?
-No sé si la gente ha notado este cambio, mis amigos, mi pareja y mi papá lo intuyen, y eso es bueno, porque de alguna forma todos me han hecho ver solapadamente que cuento con ellos para cualquier cosa que quiera arriesgarme.
-Y en este proceso,¿hay espacio para su relación de pareja?
-Claro, pero no es un tema del que me gusta hablar. En la prensa me gusta comentar mi trabajo. Y cuando hablan de mi vida amorosa es algo circunstancial, es terrible, pero no es algo que esté buscando, Creo que estoy aprendiendo a compartir y aunque para mí la soledad no es un tema, ahora quiero estar mas cerca de la gente, de mí gente.
Ahora está en pareja con el músico Leo Quinteros. Llevan casi tres años, y aunque no da muchos detalles de su relación, tampoco la esconde. Incluso se da el gusto de subir al escenario para acompañarlo a cantar. Basta poner su nombre en Youtube para encontrarse con un video donde interpretan a dúo “Modern Love”, la canción de David Bowie. “Alguien fue a la tocata lo grabó y lo subió, si yo lo hubiera hecho, habría puesto una grabación de mejor calidad. Se escucha pésimo”, dice entre risas.
Antes de saber del alargue de “Lola”, tenía planeado unos días de descanso con su novio y se preparaba para ordenar su casa que estaba patas para arriba. Según ella, ese desorden era un reflejo concreto del proceso que estaba viviendo. Además, el año pasado había decidido hacerle un segundo piso y remodelarla por completo, lo que la obligó a cambiarse de Ñuñoa a un departamento en una torre en Bellavista cercana al puente Loreto. “Entonces volver a mi casa para mí era todo un acontecimiento. Quería arreglar lo que faltaba, decorarla bien, ordenar mis discos que aún están tirados por todas partes, y hasta planeaba reorganizar mi jardín, que parecía campo de batalla, cuando me llamaron del canal. Y, bueno, tuve que cambiar mis planes”.
Aunque no es muy amiga de comentar detalles de su vida personal y frunce el ceño cuando le preguntan por su familia, reconoce que siempre ha sido muy independiente. Sus padres se separaron cuando ella tenía cinco años, pero es clara en decir que esa situación ya la superó. Que nunca se vio como una niña solitaria. Al contrario, siempre se sintió segura, querida y rodeada de amigos.
Mientras su madre partió a radicarse a Estados Unidos, ella se quedó con su padre en Chile. Aunque toda su infancia la vivió primero con sus abuelos maternos y luego con su padre en lugares como Bellavusta, Ñuñoa y Las Condes, cuando cumplió los 12 años se fue a vivir a Maryland un tiempo con su madre. Allá tiene dos hermanos y en Chile otro hermano por el lado de su padre. Ella es la única mujer.
Antes de terminar el colegio ya tenia claro que quería ser actriz. Incluso apareció en un programa infantil de Canal 13 conversando con Cristian Campos sobre su gusto por la actuación, pero también contaba que el periodismo era otra profesión que le atraía. Al final, ganó s faceta dramática y se matriculó en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. Cuando se lo contó a su papá, recibió todo su apoyo. “Cuando entre a la universidad, tanto mi mamá como mi papá me comentaron que les habría gustado que estudiara otra cosa, con más estabilidad, pero siempre me aclararon que estaban orgullosos de mi valentía. Después supe que mi padre había querido ser actor, pero no pudo. Ahí entendí todo”.
Dice que recuerdos y momentos de inflexión, como los que vive ahora, simplemente aparecen después de terminar una película, como cuestionamientos post rodaje. “Supongo que tienen que ver con el nivel de exigencia y trabajo que todo esto implica y la satisfacción que siento al hacerlo. Me dejan para adentro, pegada y me pongo a pensar. Y lo hago en cualquier lugar, manejando, conversando. Soy una persona a la que le gusta meditar y no tiene miedo a pensar lo que le está pasando”.
El proceso que vive se relaciona, cree, con que siente frente a ella un abanico de posibilidades que no imaginaba, y que están más cercanas, “de hecho muchas ya estàn llegando. Por ejemplo, que me llamen para hacer películas afuera, que si bien son independientes y no grandes producciones, son un gran paso para cualquier actriz chilena. Y lo mejor es que yo no las he buscado”.
Desde el momento en que escogió ser actriz, decidió no generarse metas a largo plazo. Sabía que la carrera de actuación es difícil, que muchas veces no todo resulta: “Por eso mismo nunca quise hacerme grandes expectativas de triunfo, de ser famosa y mucho menos de ser requerida para hacer películas”.
Pero siente que fuè afortunada, aunque también trabajó para lograrlo: “Ahora estoy viendo resultados que me están obligando a mirar para adelante y a proyectarme. Al decirme ya logré cosas, no puedo quedarme así, tengo que lograr más. Y no trata de ambición, solo de crecimiento”.
Afirma que tampoco se trata de una crisis, sino de algo más positivo. “Las crisis son rupturas y cambios dolorosos, yo, en cambio, estoy en una etapa muy placentera, en el mejor momento para tomar decisiones. Porque uno no las piensa en forma rápida, las analiza y las mira con optimismo. Supongo que he pasado por varias crisis, pero he sabido sacarlas adelante y aprovecharlas para crecer. Y cuando he estado en esos momentos malos no he recorrido a terapias sólo las he superado con la gente que me quiere. Yo siempre me he sentido apañada, cuidada”.
Unas de las grandes decisiones que tomó en el último tiempo fue su cambio a Canal 13. Aunque hacía unos meses que había dejado TVN, mientras se recuperaba de una fractura en su rodilla izquierda que sufrió durante un ensayo teatral, apareció la oferta y la aceptó. Ese impasse la obligó a pasar casi tres meses en cama, momentáneamente inválida. “Ya no aguantaba estar mirando el techo, así que salir al kinesiólogo tres veces por semana se convirtió en un acontecimiento y cuando puse volver a caminar un poco, me puse a aprender repostería por mi propia cuenta”, comenta al tiempo que mira su reloj. “Tengo que estar grabando a las doce en punto”, vuelve a excusarse.
Trabajòlica asumida, Blanca comenta que su fórmula para cumplir con sus múltiples compromisos y con las grabaciones de una teleserie tan demandante simplemente es cosa de costumbre y organización. “Nunca había tenido un trabajo tan extenuante, pero debo reconocer también que las cosas están funcionando mejor que el año pasado. Lo que pasa es que mi trabajo es fundamentalmente creativo; yo soy una inquieta y me gusta involucrarme en cosas nuevas para no aburrirme”.
Como si dudara de su respuesta, termina de hablar y se queda pensando. Toma el último sorbo de su café y se acomoda en el sillón. “Por suerte es así, sino seria una lata. El aburrimiento para mí es más fatal que el cansancio. Yo sé por qué lo digo. Desde niña he sido inquieta”.
La actriz reconoce que jamás imaginó ni esperó el éxito que tendría la teleserie. Así como también aclara que tampoco dejó TVN porque quisiera un papel protagónico con anuncios en la calle o en las micros. “Solo me cansé de hacer papeles entretenidos y con historias súper bonitas, pero que al final no se profundizaban, quedaban en el aire y sin revolver. Y comencé a sentir que no ofrecían cosas entretenidazas o que estimularan. De hecho, en mi última teleserie con ese equipo, mi personaje era secundario y no tenía tanta sobrecarga. No niego que era bueno, porque tenia libertad hasta para terminar la tesis para titularme. Y eso era algo que había pospuesto para varios años. También tomé un curso de guión, pero me faltaba algo. Un reto”.
Especialmente porque no se imagina envejecimiento en las teleseries. “Yo no es que esté insatisfecha con lo que he logrado. Hace cinco años, al analizar mi vida profesional me habría dicho no he logrado nada, pero ahora pienso todo lo contrario. Me siento una privilegiada. Antes de terminar mi carrera estaba segura que no iba a poder vivir de lo que estudié y sentía que no era lo suficientemente buena, pero con el tiempo y harto trabajo he demostrado que puedo hacer cosas y puedo arriesgarme”.
“Me gustaría internacionalizarme, pero no con la idea que tiene todo el mundo de irse a vivir afuera y dejar todo acá. Tengo pasaporte gringo y puedo trabajar allá, pero esa no es la idea. Ya no estoy en edad de ir a probar suerte y trabajar como garzona mientras espero que salga algo. Me gusta cómo están sucediendo las cosas, cada cierto tiempo ir a otro país a hacer una película y volver. Además acabo de remodelar mi casa y la dejé tal como yo la quería. También me gusta el mundo que tengo acá, mis amigos, armar comidas los fines de semana, estar en pareja y vivir tranquila. Yo no soy una mujer de grandes ambiciones, pero reconozco que me gusta sentirme activa y en constante crecimiento. Más que triunfar y ser famosa, lo que quiero es crecer como actriz”.
Ser madre, pero sin apuros
Dice que su proceso no tiene que ver con mas llegada de los treinta: “No es algo relacionado con la edad, sino un proceso de crecimiento personal e interior. Hay gente que se replantea las cosas a los 40 o a los 50, y toma buenas decisiones. La edad no te obliga a nada, todo depende de tus propios deseos”.
-Y en su proceso,¿cómo incorpora el tema de la maternidad?
-No sé si la gente ha notado este cambio, mis amigos, mi pareja y mi papá lo intuyen, y eso es bueno, porque de alguna forma todos me han hecho ver solapadamente que cuento con ellos para cualquier cosa que quiera arriesgarme.
-Y en este proceso,¿hay espacio para su relación de pareja?
-Claro, pero no es un tema del que me gusta hablar. En la prensa me gusta comentar mi trabajo. Y cuando hablan de mi vida amorosa es algo circunstancial, es terrible, pero no es algo que esté buscando, Creo que estoy aprendiendo a compartir y aunque para mí la soledad no es un tema, ahora quiero estar mas cerca de la gente, de mí gente.
Ahora está en pareja con el músico Leo Quinteros. Llevan casi tres años, y aunque no da muchos detalles de su relación, tampoco la esconde. Incluso se da el gusto de subir al escenario para acompañarlo a cantar. Basta poner su nombre en Youtube para encontrarse con un video donde interpretan a dúo “Modern Love”, la canción de David Bowie. “Alguien fue a la tocata lo grabó y lo subió, si yo lo hubiera hecho, habría puesto una grabación de mejor calidad. Se escucha pésimo”, dice entre risas.
Antes de saber del alargue de “Lola”, tenía planeado unos días de descanso con su novio y se preparaba para ordenar su casa que estaba patas para arriba. Según ella, ese desorden era un reflejo concreto del proceso que estaba viviendo. Además, el año pasado había decidido hacerle un segundo piso y remodelarla por completo, lo que la obligó a cambiarse de Ñuñoa a un departamento en una torre en Bellavista cercana al puente Loreto. “Entonces volver a mi casa para mí era todo un acontecimiento. Quería arreglar lo que faltaba, decorarla bien, ordenar mis discos que aún están tirados por todas partes, y hasta planeaba reorganizar mi jardín, que parecía campo de batalla, cuando me llamaron del canal. Y, bueno, tuve que cambiar mis planes”.
Aunque no es muy amiga de comentar detalles de su vida personal y frunce el ceño cuando le preguntan por su familia, reconoce que siempre ha sido muy independiente. Sus padres se separaron cuando ella tenía cinco años, pero es clara en decir que esa situación ya la superó. Que nunca se vio como una niña solitaria. Al contrario, siempre se sintió segura, querida y rodeada de amigos.
Mientras su madre partió a radicarse a Estados Unidos, ella se quedó con su padre en Chile. Aunque toda su infancia la vivió primero con sus abuelos maternos y luego con su padre en lugares como Bellavusta, Ñuñoa y Las Condes, cuando cumplió los 12 años se fue a vivir a Maryland un tiempo con su madre. Allá tiene dos hermanos y en Chile otro hermano por el lado de su padre. Ella es la única mujer.
Antes de terminar el colegio ya tenia claro que quería ser actriz. Incluso apareció en un programa infantil de Canal 13 conversando con Cristian Campos sobre su gusto por la actuación, pero también contaba que el periodismo era otra profesión que le atraía. Al final, ganó s faceta dramática y se matriculó en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. Cuando se lo contó a su papá, recibió todo su apoyo. “Cuando entre a la universidad, tanto mi mamá como mi papá me comentaron que les habría gustado que estudiara otra cosa, con más estabilidad, pero siempre me aclararon que estaban orgullosos de mi valentía. Después supe que mi padre había querido ser actor, pero no pudo. Ahí entendí todo”.
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"En la cama",
"Lola",
"New Brooklyn",
Actriz,
Blanca Lewin,
Canal13,
Entrevista Revista "Ya",
Estudios,
Leo Quinteros,
New York,
Niñez,
Pelicula,
Radio Uno,
Teatro
lunes, 9 de junio de 2008
"New Brooklyn"
Acà les dejo otro video donde se puede apreciar màs sobre la pelìcula "New Brooklyn", la
que Blanca Lewin fuè a filmar hace un tiempo atràs, esta buenisimo!!!...Blanca es demasiado genial y buena en lo que hace y eso lo demuestra en cada cosa que hace...!
Se ve muy buena la Peli... lo unico que espero es que la traigan a Chile, sè que le iria genial!!!...buenoo...eso seria...bye!
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