El filme, ambientado en el año 1978, cuenta la historia de dos hombres que se esconden en un circo.
En 2001, el director Orlando Lübbert consiguió aplausos en Chile y el mundo con su película Taxi para tres, que incluso ganó la Concha de Oro en el prestigioso festival de cine de San Sebastián. Desde entonces, no volvió a filmar una película hasta ahora, que prepara su regreso con un filme ambientado en 1978 y que narra la persecución política a dos hombres, que deciden refugiarse en un circo.
"Tiene mucho de metáfora y de emociones encontradas de esos años, el dolor acompañado de la risa, que es algo muy propio del ambiente del circo. Lo dramático pegado a lo humorístico", cuenta Lübbert, quien escribió el guión en Alemania, en 2004. "Es un proyecto que ha tenido muchas adversidades y a golpes ha ido madurando", dice el cineasta, refiriéndose especialmente a la reciente muerte de Luigi Araneda, el productor ejecutivo de la película, que falleció en diciembre de 2010. "Fue una pérdida no sólo laboral, sino también humana, perdimos a un amigo", cuenta, y agrega que el terremoto de febrero del año pasado también atrasó el proyecto. Ahora, Alex Bo-wen (Adiós al séptimo de línea) tiene el rol de productor ejecutivo.
Dentro del elenco encabezado por Alejandro Trejo y Roberto Farías está Blanca Lewin, que comenta que aceptó hacer el largometraje por varios factores. "Me pareció un lindo proyecto, muy bueno el guión, además creo que Orlando Lübbert es un gran cineasta y encontré buenísimo que me llamara", señala la actriz, que también ha ido analizando el significado de esta historia. "Más allá de que sea el mundo diferente que es el circo, es muy bonita la metáfora que propone la película... Acá el espacio circo es sinónimo de exilio, de escondite y es muy bonito mirarlo desde ese lugar", dice.
La actriz y el director también se refieren al peso político y de contacto con la realidad chilena que tiene la historia. "Nosotros rescatamos la memoria, pero también desde otros lugares, la idea es que no sea la película sobre la tortura", dice Lewin, y Lübbert complementa: "Es una historia que habla de Chile, que está ambientada en Chile, pero que también habla de un exilio. No hay detrás un ánimo de contar una historia en términos rigurosos; más bien trabaja sentimientos, emociones, las pasiones que nos movieron durante tantos años".
Otro de los desafíos que tiene que enfrentar el elenco es la preparación en las artes del circo. Algunos están ensayando en anillos, cuerda tensa y trapecio, "tenemos gente especializada que nos está ayudando en esto", cuenta el director, quien además detalla que Lewin interpreta a la mujer del protagonista (Farías), pero que no practica ninguna disciplina física. Lewin anticipa que su preparación para el rol va por una veta más íntima: "Es una época de la que yo ya recuerdo cosas, yo nací en el 74, y en el 78 ya tenía memoria y consciencia sobre algunas cosas. Entonces, aunque era muy chiquitita tengo la sensación como de la época e incluso, en la manera de hablar de la gente, y eso es súper importante tenerlo presente al momento de dialogar".
Fuera de toda metáfora, Lübbert comenta que la película es también un homenaje al circo que se ve típicamente en Chile. "Es un circo muy pobre, donde todos hacen de todo y es itinerante", dice el director que obtuvo un fondo Corfo para la realización del proyecto.
La filmación se iniciará durante la tercera semana de julio, en algún lugar fuera de Santiago. El realizador cuenta que ha recorrido varias ciudades del país buscando locaciones. El estreno está previsto para el primer semestre del próximo año".
En 2001, el director Orlando Lübbert consiguió aplausos en Chile y el mundo con su película Taxi para tres, que incluso ganó la Concha de Oro en el prestigioso festival de cine de San Sebastián. Desde entonces, no volvió a filmar una película hasta ahora, que prepara su regreso con un filme ambientado en 1978 y que narra la persecución política a dos hombres, que deciden refugiarse en un circo.
"Tiene mucho de metáfora y de emociones encontradas de esos años, el dolor acompañado de la risa, que es algo muy propio del ambiente del circo. Lo dramático pegado a lo humorístico", cuenta Lübbert, quien escribió el guión en Alemania, en 2004. "Es un proyecto que ha tenido muchas adversidades y a golpes ha ido madurando", dice el cineasta, refiriéndose especialmente a la reciente muerte de Luigi Araneda, el productor ejecutivo de la película, que falleció en diciembre de 2010. "Fue una pérdida no sólo laboral, sino también humana, perdimos a un amigo", cuenta, y agrega que el terremoto de febrero del año pasado también atrasó el proyecto. Ahora, Alex Bo-wen (Adiós al séptimo de línea) tiene el rol de productor ejecutivo.
Dentro del elenco encabezado por Alejandro Trejo y Roberto Farías está Blanca Lewin, que comenta que aceptó hacer el largometraje por varios factores. "Me pareció un lindo proyecto, muy bueno el guión, además creo que Orlando Lübbert es un gran cineasta y encontré buenísimo que me llamara", señala la actriz, que también ha ido analizando el significado de esta historia. "Más allá de que sea el mundo diferente que es el circo, es muy bonita la metáfora que propone la película... Acá el espacio circo es sinónimo de exilio, de escondite y es muy bonito mirarlo desde ese lugar", dice.
La actriz y el director también se refieren al peso político y de contacto con la realidad chilena que tiene la historia. "Nosotros rescatamos la memoria, pero también desde otros lugares, la idea es que no sea la película sobre la tortura", dice Lewin, y Lübbert complementa: "Es una historia que habla de Chile, que está ambientada en Chile, pero que también habla de un exilio. No hay detrás un ánimo de contar una historia en términos rigurosos; más bien trabaja sentimientos, emociones, las pasiones que nos movieron durante tantos años".
Otro de los desafíos que tiene que enfrentar el elenco es la preparación en las artes del circo. Algunos están ensayando en anillos, cuerda tensa y trapecio, "tenemos gente especializada que nos está ayudando en esto", cuenta el director, quien además detalla que Lewin interpreta a la mujer del protagonista (Farías), pero que no practica ninguna disciplina física. Lewin anticipa que su preparación para el rol va por una veta más íntima: "Es una época de la que yo ya recuerdo cosas, yo nací en el 74, y en el 78 ya tenía memoria y consciencia sobre algunas cosas. Entonces, aunque era muy chiquitita tengo la sensación como de la época e incluso, en la manera de hablar de la gente, y eso es súper importante tenerlo presente al momento de dialogar".
Fuera de toda metáfora, Lübbert comenta que la película es también un homenaje al circo que se ve típicamente en Chile. "Es un circo muy pobre, donde todos hacen de todo y es itinerante", dice el director que obtuvo un fondo Corfo para la realización del proyecto.
La filmación se iniciará durante la tercera semana de julio, en algún lugar fuera de Santiago. El realizador cuenta que ha recorrido varias ciudades del país buscando locaciones. El estreno está previsto para el primer semestre del próximo año".