Blanca Lewin es una talentosa actriz y uno de las más conocidas de nuestro país, pero como todos nosotros ella también pasó por un primer hogar y hoy nos cuenta un poco más de su vida, de su infancia y de la experiencia de independizarse y comenzar a vivir de su propio esfuerzo y sacrificios.
Multifacética y apasionada, Blanca tiene las cosas claras con respecto al hábito de vivir solo y de hacerte cargo de los quehaceres que antes estaban en manos de los padres.
¿Relátanos un poco cómo fue tu experiencia viviendo en el hogar donde pasaste tu infancia y luego tu adolescencia?
La verdad es que tuve una infancia bastante itinerante. Viví con mis padres, mis abuelos paternos, mi abuelo materno, mi mamá y una tía, luego con mi papá, luego con mi mamá, etc.
Mi adolescencia fue un poco más estable, pero también dividida (en distintas proporciones) entre la familia de mi papá y la familia de mi mamá.
Creo que precisamente esta realidad, en vez de confundirme me sirvió para aprender de distintos modos de vivir, de distintas situaciones económicas, de diferentes maneras de enfrentar la vida. También por la misma razón fui muy independiente y autónoma desde pequeña, y empecé poco a poco a administrar mis propias platas, trabajando por aquí y por allá en lo que podía.
¿Qué cosas te gustaba hacer cuando chica y cómo fuiste adaptando esos gustos a la adolescencia y luego a la juventud?
Creo que cuando uno es chico, fundamentalmente lo que te gusta es jugar. Y bueno, desde un punto de vista, de eso se trata mi trabajo hoy en día. Ponerse en el lugar de otro, tiene un sentido lúdico. Y desarrollar ese talento, te permite desarrollar un montón de otras habilidades que te pueden ayudar a ser independiente. Desde convertirte en un buen vendedor, hasta utilizar las mismas herramientas del teatro para realizar trabajos que puedas compatibilizar con los estudios (animar cumpleaños, etc)
¿Cuándo decidiste qué ibas a hacer luego que salieras del colegio y qué significó tomar esa decisión?
Decidí que quería ser actriz a los 9 años. Creo que significó una claridad que me permitió poner todas mis energías en esa dirección. Sin embargo en el camino existen dudas, piensas que quizás te convenga otra cosa, etc. Creo que finalmente fue como a los 15 en que realmente decidí que no era capaz de visualizarme en el futuro haciendo otra cosa que me pudiera hacer igual de feliz. Para mi en ese momento (y también hoy) la felicidad era un valor intransable, y ponerlo por delante de otras cosas me facilitó la decisión.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el mundo laboral?
Creo que a los 12 o 13 años desmalecé y corté pasto a vecinos para comprarme entradas para ver a U2. También cuidé niños y mascotas. Vivía en Estados Unidos y esto era una práctica común. Durante la adolescencia trabajé actuando en una obra infantil como ayudante de mago y también hicimos cumpleaños. Trabajé en tiendas, como vendedora, incluso saliendo del colegio estuve de jefa de local. Luego Volví a Estados Unidos unos meses en los que trabajé para una cadena de comida rápida, y cuando entré a la universidad hice de todo. Animé cumpleaños, fui payasito/mimo en malls, actué en cortometrajes, realicé trabajos bizarros para los que se requerían actores (una vez me tuve que ir a desmayar y luego hacer la muerta para una acción de arte en el MAC), hice publicidad y fui mesera en el bar de moda y luego en un restaurant. Al egresar de la escuela, mis primeros pasos en el mundo laboral son públicos, creo que no necesito detallarlos.
¿Cómo influye quien eres en el espacio que hoy habitas?
Me facilita la posibilidad de tener opciones entre las que puedo darme el lujo de elegir proyectos. Esto no siempre ocurre, pero básicamente, no hay ningún trabajo que esté realizando que no tenga que ver con lo que quiero hacer con mi vida. Y eso, para mí, es un componente muy importante a la hora de ser feliz.
¿Te consideras nómade o más bien te gusta identificarte con un solo espacio y llamarlo tu hogar por mucho tiempo?
Paradójicamente, o quizás precisamente por las características de mi vida mientras crecí, siempre mi meta fue echar raíces en algún lugar, lo antes posible. Así que sí, apenas pude me compré una casa (hace 8 años) y es ahí donde vivo actualmente. Y es mi hogar.
¿Eres de aquellas personas que se les da bien vivir solas y acompañadas o prefieres un opción sobre la otra?
Creo que hay distintos momentos en la vida de una persona en que uno debiera priorizar alguna de las opciones, pero creo que esas opciones no tienen que ver con si decido vivir sola o acompañada, porque involucran muchas otras areas de la vida. Hace bastante tiempo estoy acompañada y me da la sensación de que eso no cambiará por mucho tiempo. Y me parece que es parte de la vida. Relacionarse con otros en lo cotidiano.
¿Cómo te ocupas de la decoración y qué estilos te gustan? ¿Prefieres diseño por sobre utilidad, al revés o un balance entre las dos?
Me gusta el diseño, pero cuando tiene una gran utilidad. Creo que el balance entre los dos para mi es ideal, pero cuando vives con otros, tienes que llegar a ideas consensuales muchas veces, que no tienen que ver con lo que originalmente tu o el otro tenían en mente.
¿Qué problemas/anécdotas tuviste que superar cuando recién te fuiste de la casa de tus padres para comenzar a vivir sola?
Yo no alcancé a tomar definitivamente la decisión de irme a vivir sola. Era, por supuesto, en un momento mi proyecto, pero no sabía bien cuándo lo iba a poder concretar. Pero me fui preparando poco a poco. Me preocupé de aprender a cocinar algunas cosas (más allá de lo obvio de los tallarines o el huevo frito). Apenas salí de la escuela y comencé a trabajar empecé a juntar cositas en mi closet para cuando me fuera de la casa. Un juego de loza, etc. Mis padres me descubrieron y estaban tan felices y orgullosos que me preguntaron cuándo me iba y que encantados me ayudaban a buscar departamento. Freak. Yo había escuchado de contemporáneos míos para los cuales había sido un dramón mayor, con padres y madres llorando, manipulando, etc. Yo sabía que ese no sería mi caso. De cualquier manera, iba a ser para mi familia un alivio económico hasta cierto punto y, la verdad, para mi también. Y siempre supe que se daría de una forma civilizada. Pero la verdad es que la sobreexcitación de mis padres, aceleró un poco las cosas.
¿Qué elementos o características buscabas que tuviera tu Primer Hogar y cuánto tiempo tuviste que buscar para poder encontrarlo?
Yo había empezado a buscar departamento seriamente hacía un par de semanas cuando una prima mía me vino a contar que se iba de su casa. Fue entonces que decidimos compartir los gastos. En ese momento, ella estudiaba aún. Dos semanas después encontramos nuestro primer hogar fuera de la casa de los padres. Características: Dos dormitorios, buena orientación (oriente), que estuviera a pasos del metro, y, como no teníamos algunas cosas aún, que hubiera todo tipo de servicios y comercio alrededor, como lavandería, etc. Así fue que llegamos a las torres de Carlos Antúnez. Estuvimos allí un año. Entre el 97 y el 98. Creo que pagábamos algo así como 150 o 180 lucas.
¿Cuál es el ambiente que más te gusta ocupar en tu hogar y qué es lo que más te gusta hacer cuando estás en él?
Creo que me gustan todos. Uso bastante el comedor y mi dormitorio. En el living vemos películas y en el patio fumamos. Me gusta cocinar por lo que también me gusta este espacio, en fin. Mi casa es muy a mi pinta, me parece, la disfruto entera.
¿Qué odias tener que hacer en tu hogar?
Ordenar. Siempre me encuentro con que es una tarea maratónica. Somos muy desordenados, y cuando tienes nana que te ordena, siempre es de una manera que no es la que te gustaría y sientes que tienes que hacer todo de nuevo. Ponerse manos a la obra en ese sentido, es lo más difícil. Cuando era más joven y tenía menos cosas, y no vivía en pareja, todo eso era mucho más fácil.
¿Qué le recomiendas a nuestros amigos que hoy están pensando en independizarse?
Que se lo propongan como proyecto seriamente, que aprendan a ser autónomos primero, dentro de sus hogares: a lavar y planchar su ropa, a cocinar, a hacer aseo, etc. A administrar bien sus escasos ingresos o mesadas. Y que no sean mamones. Que no esperen salir de la casa paterna o materna esperando los mismos estándares de vida. Pueden pasar muchos años ahorrando y viviendo a costa de los padres cuando, en mi opinión, ya tener un trabajo que les permite ser adultos autónomos con pocos recursos, es parte del aprendizaje. Lo otro es comodidad y flojera. Aprender de la vida también tiene que ver con enfrentarse al mundo adulto de una. Y que, por favor, si te fuiste ya de la casa, no sigas llevando tu ropa sucia a la casa de tus padres. Es avergonzante. Hazte cargo.
Fuente: Mi Nuevo Hogar
Multifacética y apasionada, Blanca tiene las cosas claras con respecto al hábito de vivir solo y de hacerte cargo de los quehaceres que antes estaban en manos de los padres.
¿Relátanos un poco cómo fue tu experiencia viviendo en el hogar donde pasaste tu infancia y luego tu adolescencia?
La verdad es que tuve una infancia bastante itinerante. Viví con mis padres, mis abuelos paternos, mi abuelo materno, mi mamá y una tía, luego con mi papá, luego con mi mamá, etc.
Mi adolescencia fue un poco más estable, pero también dividida (en distintas proporciones) entre la familia de mi papá y la familia de mi mamá.
Creo que precisamente esta realidad, en vez de confundirme me sirvió para aprender de distintos modos de vivir, de distintas situaciones económicas, de diferentes maneras de enfrentar la vida. También por la misma razón fui muy independiente y autónoma desde pequeña, y empecé poco a poco a administrar mis propias platas, trabajando por aquí y por allá en lo que podía.
¿Qué cosas te gustaba hacer cuando chica y cómo fuiste adaptando esos gustos a la adolescencia y luego a la juventud?
Creo que cuando uno es chico, fundamentalmente lo que te gusta es jugar. Y bueno, desde un punto de vista, de eso se trata mi trabajo hoy en día. Ponerse en el lugar de otro, tiene un sentido lúdico. Y desarrollar ese talento, te permite desarrollar un montón de otras habilidades que te pueden ayudar a ser independiente. Desde convertirte en un buen vendedor, hasta utilizar las mismas herramientas del teatro para realizar trabajos que puedas compatibilizar con los estudios (animar cumpleaños, etc)
¿Cuándo decidiste qué ibas a hacer luego que salieras del colegio y qué significó tomar esa decisión?
Decidí que quería ser actriz a los 9 años. Creo que significó una claridad que me permitió poner todas mis energías en esa dirección. Sin embargo en el camino existen dudas, piensas que quizás te convenga otra cosa, etc. Creo que finalmente fue como a los 15 en que realmente decidí que no era capaz de visualizarme en el futuro haciendo otra cosa que me pudiera hacer igual de feliz. Para mi en ese momento (y también hoy) la felicidad era un valor intransable, y ponerlo por delante de otras cosas me facilitó la decisión.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el mundo laboral?
Creo que a los 12 o 13 años desmalecé y corté pasto a vecinos para comprarme entradas para ver a U2. También cuidé niños y mascotas. Vivía en Estados Unidos y esto era una práctica común. Durante la adolescencia trabajé actuando en una obra infantil como ayudante de mago y también hicimos cumpleaños. Trabajé en tiendas, como vendedora, incluso saliendo del colegio estuve de jefa de local. Luego Volví a Estados Unidos unos meses en los que trabajé para una cadena de comida rápida, y cuando entré a la universidad hice de todo. Animé cumpleaños, fui payasito/mimo en malls, actué en cortometrajes, realicé trabajos bizarros para los que se requerían actores (una vez me tuve que ir a desmayar y luego hacer la muerta para una acción de arte en el MAC), hice publicidad y fui mesera en el bar de moda y luego en un restaurant. Al egresar de la escuela, mis primeros pasos en el mundo laboral son públicos, creo que no necesito detallarlos.
¿Cómo influye quien eres en el espacio que hoy habitas?
Me facilita la posibilidad de tener opciones entre las que puedo darme el lujo de elegir proyectos. Esto no siempre ocurre, pero básicamente, no hay ningún trabajo que esté realizando que no tenga que ver con lo que quiero hacer con mi vida. Y eso, para mí, es un componente muy importante a la hora de ser feliz.
¿Te consideras nómade o más bien te gusta identificarte con un solo espacio y llamarlo tu hogar por mucho tiempo?
Paradójicamente, o quizás precisamente por las características de mi vida mientras crecí, siempre mi meta fue echar raíces en algún lugar, lo antes posible. Así que sí, apenas pude me compré una casa (hace 8 años) y es ahí donde vivo actualmente. Y es mi hogar.
¿Eres de aquellas personas que se les da bien vivir solas y acompañadas o prefieres un opción sobre la otra?
Creo que hay distintos momentos en la vida de una persona en que uno debiera priorizar alguna de las opciones, pero creo que esas opciones no tienen que ver con si decido vivir sola o acompañada, porque involucran muchas otras areas de la vida. Hace bastante tiempo estoy acompañada y me da la sensación de que eso no cambiará por mucho tiempo. Y me parece que es parte de la vida. Relacionarse con otros en lo cotidiano.
¿Cómo te ocupas de la decoración y qué estilos te gustan? ¿Prefieres diseño por sobre utilidad, al revés o un balance entre las dos?
Me gusta el diseño, pero cuando tiene una gran utilidad. Creo que el balance entre los dos para mi es ideal, pero cuando vives con otros, tienes que llegar a ideas consensuales muchas veces, que no tienen que ver con lo que originalmente tu o el otro tenían en mente.
¿Qué problemas/anécdotas tuviste que superar cuando recién te fuiste de la casa de tus padres para comenzar a vivir sola?
Yo no alcancé a tomar definitivamente la decisión de irme a vivir sola. Era, por supuesto, en un momento mi proyecto, pero no sabía bien cuándo lo iba a poder concretar. Pero me fui preparando poco a poco. Me preocupé de aprender a cocinar algunas cosas (más allá de lo obvio de los tallarines o el huevo frito). Apenas salí de la escuela y comencé a trabajar empecé a juntar cositas en mi closet para cuando me fuera de la casa. Un juego de loza, etc. Mis padres me descubrieron y estaban tan felices y orgullosos que me preguntaron cuándo me iba y que encantados me ayudaban a buscar departamento. Freak. Yo había escuchado de contemporáneos míos para los cuales había sido un dramón mayor, con padres y madres llorando, manipulando, etc. Yo sabía que ese no sería mi caso. De cualquier manera, iba a ser para mi familia un alivio económico hasta cierto punto y, la verdad, para mi también. Y siempre supe que se daría de una forma civilizada. Pero la verdad es que la sobreexcitación de mis padres, aceleró un poco las cosas.
¿Qué elementos o características buscabas que tuviera tu Primer Hogar y cuánto tiempo tuviste que buscar para poder encontrarlo?
Yo había empezado a buscar departamento seriamente hacía un par de semanas cuando una prima mía me vino a contar que se iba de su casa. Fue entonces que decidimos compartir los gastos. En ese momento, ella estudiaba aún. Dos semanas después encontramos nuestro primer hogar fuera de la casa de los padres. Características: Dos dormitorios, buena orientación (oriente), que estuviera a pasos del metro, y, como no teníamos algunas cosas aún, que hubiera todo tipo de servicios y comercio alrededor, como lavandería, etc. Así fue que llegamos a las torres de Carlos Antúnez. Estuvimos allí un año. Entre el 97 y el 98. Creo que pagábamos algo así como 150 o 180 lucas.
¿Cuál es el ambiente que más te gusta ocupar en tu hogar y qué es lo que más te gusta hacer cuando estás en él?
Creo que me gustan todos. Uso bastante el comedor y mi dormitorio. En el living vemos películas y en el patio fumamos. Me gusta cocinar por lo que también me gusta este espacio, en fin. Mi casa es muy a mi pinta, me parece, la disfruto entera.
¿Qué odias tener que hacer en tu hogar?
Ordenar. Siempre me encuentro con que es una tarea maratónica. Somos muy desordenados, y cuando tienes nana que te ordena, siempre es de una manera que no es la que te gustaría y sientes que tienes que hacer todo de nuevo. Ponerse manos a la obra en ese sentido, es lo más difícil. Cuando era más joven y tenía menos cosas, y no vivía en pareja, todo eso era mucho más fácil.
¿Qué le recomiendas a nuestros amigos que hoy están pensando en independizarse?
Que se lo propongan como proyecto seriamente, que aprendan a ser autónomos primero, dentro de sus hogares: a lavar y planchar su ropa, a cocinar, a hacer aseo, etc. A administrar bien sus escasos ingresos o mesadas. Y que no sean mamones. Que no esperen salir de la casa paterna o materna esperando los mismos estándares de vida. Pueden pasar muchos años ahorrando y viviendo a costa de los padres cuando, en mi opinión, ya tener un trabajo que les permite ser adultos autónomos con pocos recursos, es parte del aprendizaje. Lo otro es comodidad y flojera. Aprender de la vida también tiene que ver con enfrentarse al mundo adulto de una. Y que, por favor, si te fuiste ya de la casa, no sigas llevando tu ropa sucia a la casa de tus padres. Es avergonzante. Hazte cargo.
Fuente: Mi Nuevo Hogar